Un empresario con el que empezamos a trabajar, cansado de trabajar más de 80 horas por semana en su negocio, probó una táctica radical para retomar el control de su tiempo: en lugar de prometerse a sí mismo salir temprano, usó la presión externa de su familia (que ya le reclamaba por su ausencia).
Su Reto de 3 Minutos fue enviar un mensaje al grupo familiar agendando una cena semanal en un horario en el que nunca estaba en casa (ejemplo: miércoles a las 6:00 PM), forzándose a cerrar la oficina una hora antes de lo habitual. Esa promesa a su familia fue el ancla inamovible que lo obligó a delegar por fin las tareas de cierre de día que lo ataban a su escritorio.
Hoy, su familia se lo agradece y aunque esa táctica no lo separó por completo de la operación, al menos los míércoles es más eficiente y aprendió a delegar un poco más para poder tener ese espacio.
Tu reto de 3 minutos es: Agéndalo y usa ese compromiso como tu motor para liberar al menos 1 hora a la semana de tu agenda operativa.
Tu ActionCOACH
Guillermo Magallanes
PD: Recuerda después de probar el reto, comentarme el resultado (independientemente si te funcionó o no). Me encantará escuchar tu historia.